Llevo unos meses escribiendo algo que tiene mucho que ver con la historia que he vivido con esta persona, creo que es el mejor regalo que podría hacerle. Todo lo que he aprendido en este proceso tiene un valor incalculable.
Por respeto a su memoria voy a obviar el comienzo, algo personal entre los dos, pero cumpliendo mi promesa…debo pegar este texto y acompañarlo de algo que mágicamente tiene sentido con todo esto:
“ Nunca nadie, durante este tiempo, se atrevió a mirarme a los ojos como lo hiciste tu, nadie se atrevió a hablar sobre vivir, morir, existir y amar, sabiendo que me quedaban meses. Siempre me hablabas de esos personajes a los que llamabas “ángeles”, seres que te encuentras a lo largo de la vida y que te hacen cambiar, que te hacen mirar al sol y descubrir que hay cosas mas allá. Eres cobarde, testarudo, nada persistente, idealista, muy prepotente en ocasiones, desquiciable en otras muchas, demasiado idealista y racional, poco arraigado y mas bien pesado cuando te pones a hablar de lo que te gusta…y cuando te sale esa vena sabionda desesperante. Eres todas esas cosas y muchas mas…pero fuiste mi ángel. Se que cuando salías de mi casa, en tus visitas, te derrumbabas en el portal o en el banco de ese parquecito en el que jugabas de pequeño, que te ponías a llorar por lo acumulado de esas emociones. Siempre aparecías con una sonrisa, con algo nuevo que contar, con miles de razones positivas para algo con lo que cualquiera de mis amigos y familiares continuamente convertían en drama. En mi desgracia, tuve la fortuna de que me contaras quien eras, y se que soy la única persona que lo ha escuchado…porque sabias que me iría con ello, ahora se que es por eso, pero me hiciste feliz, porque creo que nunca nadie se sincero conmigo como lo hiciste tu. Así descubrí lo que tratabas siempre de decirme, que el secreto de la felicidad esta en un fondo profundo de nuestras almas, en la verdad de cada uno. Aunque hubiera vivido siglos creo que nunca habría conocido a nadie que entendiera el amor como lo haces tu…, que nunca conocería a alguien que sufre como tu por la esencia de otros seres. Te enamoras a diario, te fascina el talento, lo especial de las personas, lo que pasa desapercibido para la mayoría o lo que asusta a los demás…, amas con pasión a tanta gente que jamás te devolverán ese sentimiento que hasta me daba pena. Pero en este viaje, me he dado cuenta de que eres un privilegiado…, ese amor es la vida que tantos ansían, porque vives las alegrías de los otros con amor y sinceridad…, cada vez que veía algún niño reír y jugar, sentía vida, porque envidiaba lo que tenia por delante…y deseaba que esa sonrisa fuera eterna en ese niño, me imaginaba su futuro y lo que tenia por vivir, me imaginaba la felicidad que podría generar y me hacia sentir bien. Una vez me dijiste que cuando fuera en el metro o por la calle jugara a mirar a las personas e imaginar las cosas que les harían felices, que imaginara que yo pudiera cumplir sus sueños…y que les hacia sonreír…y solo tendría que esperar un rato para ver como esas personas, de repente, sonreían. Nunca lo hice…hasta ayer. Me acorde, lo hice…y funcionó. Por eso tenia que escribirte hoy, fue la señal. Naciste para dar felicidad, lo sabes tú y siempre me lo contabas…, quieres hacer cosas, contar historias, transmitir algo que de felicidad…de niño querías retransmitir los partidos de futbol porque te dabas cuenta de que la gente se emocionaba y era feliz cuando escuchaba que alguien marcaba un gol…, no te gustaba ese oficio, te gustaba lo que provocaba en las personas. Por eso quieres contar historias, porque quieres provocar sensaciones, sentimientos, felicidad en las personas. Por eso eres ese “ángel” del que tanto hablas. No sé a donde ira mi energía o esencia como lo llamas tu…pero si tiene que acompañar a alguien y lo puedo elegir, quiero que vaya contigo. Amo a mi familia y a mis amigos…pero si alguien merece energía para hacer lo que hace, eres tu…y ojala tengas razón y te acompañe eternamente. Tal vez cuando leas esto no esté como me has conocido siempre…, como me conociste aquella noche en la que pensé que eras ese “zalamero” que cualquiera sabe que eres. Lo nuestro solo fue algo divertido y esporádico, un par de cines y algo de sexo…hasta que un día, no sé la razón, te conté lo que me ocurría. No huiste, sin apenas conocerme, corriste hacia mi. Y fuiste esa vía de escape que no tenia con las personas que amaba. Hasta que te ame hasta el fin por lo que significaste. Tienes pánico y miedo a hospitales y tanatorios…tratas de evitar funerales y salas de espera por un temor que sabes irracional pero no puedes evitar porque no conoces el origen…pero conmigo estuviste ahí, viniendo por las mañanas con donuts o por las noches con vino…, nunca conocí tanto a nadie como a ti…los dos nos necesitamos en esos momentos y nos encontramos. Escribo sonriendo porque se, que al final, de una manera u otra, harás a gente feliz, como me has hecho a mi aunque pareciera imposible. Y aunque no cumplas muchos de tus sueños, serás feliz porque regalaras lecciones de vida y de felicidad a los que te rodean: es tu destino, es tu vida. Si no hubiera sido por mi enfermedad, nunca te habría amado, así que no la odies, no odies en general, no te enfades con la vida, los demás te necesitan sin que odies, ya bastante la he insultado y maldecido yo porque me tocara esto, a ti te toca todo lo contrario. Espero que esto lo lea la mayor cantidad de gente posible. No soy tan buena como tu para transmitir una idea y se que no se va a entender lo que has podido significar para mi, pero alguien lo valorara…y como dices tu…mientras solo una persona entienda un forma de amor, todo merecerá la pena. Sigue soñando”.
No puedo mas que sentirme insignificante. Tal vez alguna vez tenga algún tipo de reconocimiento o no, algún tipo de declaración o no…, pero esta claro que jamás nadie dirá algo como esto. No se si estar profundamente triste o alegre. No me merezco que nadie diga estas cosas sobre mi, porque se, que este donde este, lo ha hecho por muchos motivos, y se lo agradezco, pero no me lo merezco. Aunque una promesa es una promesa…, así que seguiré escribiendo, se lo debo…y sobre todo…SEGUIRE SOÑANDO.
